Es mediodía del martes 23 de junio y la señora Ruth Quezada acababa de ingresar al edificio CDT del Hospital San Juan de Dios para solicitar una hora a su marido en el Servicio de Oftalmología, cuando el sonido de instrumentos de cuerda y viento como violines, flautas traversas, fagones y trombones; llamó su atención.
Pero en el hall central del edificio ubicado en Avenida Portales 3239 a esa hora no sólo estaba la señora Ruth y su marido, sino también decenas de personas entre usuarios y funcionarios del establecimiento. Todos quedaron en un rotundo y respetuoso silencio, apreciando con gran admiración la intervención del proyecto solidario “Música para el alma”, que trajo hasta el Hospital San Juan de Dios un breve concierto.
“La finalidad es entregar música a las personas que lo están pasando mal o que tienen problemas de salud, sacándolos de la rutina y aliviando un poco el peso de sus problemas”, comentó Cristián Lorca, representante del proyecto que convoca a diferentes agrupaciones musicales de orquestas sinfónicas y coros. “Los músicos que se juntan lo hacen en forma gratuita y solidaria, bajo el alero de ‘Música para el alma’, por lo que es un grupo bastante transversal”, agregó Lorca.
De esta manera, la música clásica se apoderó del CDT, y por veinte minutos no existieron enfermedades ni dolencias; por el contrario, hasta con las palmas el público acompañó el ritmo de los músicos que recordaron a grandes compositores como Bach, Mozzart y Vivaldi. Y con un gran aplauso final, la señora Ruth recordó que estaba allí para solicitar una hora de atención: “Me encantó la presentación. Venía muy tensa para alcanzar a pedir hora, y con esto me relajé tanto que hasta me quedé aquí pegada”, confesó entre risas.
El son de la Torre
Una vez terminada la intervención de “Música para el alma” en el CDT, los músicos tomaron sus instrumentos y cruzaron el túnel hasta la Torre Hospitalaria. Allí presentaron nuevamente, llevando la misma música clásica que anteriormente gozaron en Avenida Portales, ahora a los funcionarios, usuarios y familiares que se encontraban en el edificio de Huérfanos 3235.
“Venía subiendo por las escaleras cuando escuché la música y me apresuré en llegar al séptimo”, dijo Claudia, que a pesar de ir a visitar a un paciente hospitalizado en el segundo, decidió subir cinco pisos más para admirar el espectáculo, que se repitió en los Servicios de Atención Cerrada de Pediatría, Medicina y Ginecología y Obstetricia.
La iniciativa gestionada por la Unidad de Satisfacción Usuaria, tuvo un grato recibimiento, tanto por los usuarios como por parte de los funcionarios del Hospital San Juan de Dios, que hicieron una pausa en sus labores diarias y pudieron gozar de un momento de distracción y esparcimiento junto a sus pares. Incluso, la funcionaria Solange Molina, tuvo el privilegio de oír el canto en honor a su cumpleaños, coreado por todos los presentes en el Hall Central del sexto piso de la Torre.
