La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) se caracteriza por un fenómeno inflamatorio de la vía aérea provocando un aumento de la resistencia al paso del aire y se acompaña de importantes síntomas sistémicos, esta es frecuente en personas mayores, cuyos cambios asociados al envejecimiento, ya sea en la anatomía y la función del sistema respiratorio o en cambios inmunológicos hace más susceptibles a los AM a infecciones virales y/o bacterianas.
A lo anterior se suma que los pacientes que atiende nuestro Hospital viven en zonas con la mayor concentración de contaminación atmosférica de Santiago, producto de las características geográficas del sector.
Por ello, la Jefa de la Unidad de Geriatría de Agudos y Cuidados de Fin de Vida, Dra. Tamara Carrasco nos detalla las medidas de autocuidado que – sin excepción- deben adoptar especialmente, las personas adultas mayores con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y las que padecen patologías cardiacas:
- En primer lugar, la vacunación contra la Influenza, año a año. Junto con ello, aplicarse la vacuna antineumocócica desde los 65 años y una 2da dosis 5 años después en pacientes con ciertas enfermedades.
- Mantener la casa lo más temperada posible, evitando la humedad y la calefacción excesiva, para prevenir cambios bruscos de temperatura.
- Evitar calefacción con braseros, parafina o leña. Preferir, dentro de lo posible, formas de calefacción menos contaminantes, tales como la eléctrica. Si esto último no es posible, privilegiar mantenerse con ropa de abrigo dentro del hogar.
- Evitar que el paciente y toda la familia fumen.
- Si algún familiar -incluyendo a los niños/as- esta resfriado, debe mantenerse a no menos de un metro del adulto mayor y seguir las recomendaciones de la Campaña de Invierno: taparse la boca con el antebrazo al toser o estornudar, lavarse las manos antes y después de comer, sonarse con pañuelos desechables.
La Dra. Carrasco añade otras dos recomendaciones para cuando los adultos mayores salen de sus hogares:
- Evitar asistir a lugares con aglomeración de gente como malls y supermercados, sin que ello signifique que el adulto mayor se mantenga encerrado en su domicilio.
- Salir al exterior abrigados/as, cubriendo boca y nariz con bufandas o pañoletas.
El paciente adulto mayor debe acudir a su consultorio si los síntomas de un resfrío leve se mantienen por 3 días o más, porque “en los adultos mayores, los cuadros respiratorios evolucionan mucho más rápido que en los adultos jóvenes”, explica la Dra. Carrasco.
Ahora, si la persona presenta síntomas de mayor gravedad como dificultad al respirar, la consulta oportuna en el consultorio, SAPU o SAR es muy importante. “Allí el médico definirá si el estado de salud del paciente amerita el traslado a un centro de atención de mayor complejidad o su hospitalización”, añade la geriatra.
La Dra. Carrasco advierte también de otro síntoma importante que pueden presentar los adultos mayores: la desorientación o agitación, esto se produce “debido a los cambios asociados al envejecimiento, lo que provoca al adulto mayor un estado de vulnerabilidad a diferentes agentes, reflejándose en alteraciones mentales. Es importante poner atención a ello, porque este síntoma podría estar enmascarando una neumonía”, explica la profesional. De hecho los adultos mayores desarrollan un cuadro infeccioso respiratorio y no necesariamente presentarán fiebre, por lo que no es necesario esperar a que el paciente presente este síntoma para acudir a un centro de atención.
Finalmente, la Dra. Carrasco recomienda tener presente otras dos consideraciones frente a la salud de adultos mayores:
- Mantener sus controles periódicos en el consultorio
- En caso de descompensación, acudir al centro de salud con una lista de los medicamentos que utiliza habitualmente, para prevenir las interacciones con los que eventualmente el médico le recete.
