El miércoles 25, la estación Quinta Normal marcó 37,4° C la cual corresponde a la más alta en la historia de Santiago, superando la temperatura alcanzada en diciembre de 2016 donde se registró 37,3 °C y los 37,2° a que se llegó en 1915. El cambio climático es un hecho y en ése escenario es importante ocuparse de la hidratación de quienes son más frágiles ante calor.
La Dra. Tamara Carrasco, Jefa de la Unidad Geriátrica de Agudos y Cuidados del Fin de Vida, explica que los adultos mayores son muy susceptibles a las consecuencias de las altas temperaturas, porque “el 60% de nuestro peso corporal es agua y ésta disminuye considerablemente con los años”, además puntualiza que “el centro de la sed, ubicada en el cerebro, se altera con el envejecimiento y provoca que ésta ya no se sienta”, por lo tanto “es más fácil que un adulto mayor se deshidrate”, explicó. Asimismo, manifestó que su piel se adelgaza y por lo tanto su aislante térmico se altera y ello los hace más sensible a las quemaduras solares. “No hay que olvidar que muchas personas mayores toman medicamentos que pueden favorecer la deshidratación”, finalizó.
Síntomas Deshidratación
El sistema nervioso central es el primer afectado, con síntomas como dolor de cabeza o sensación de cabeza “abombada”, decaimiento, confusión, desmayos e incluso vómitos.
Los riñones comienzan a retener el poco líquido y la orina es escaza, ésta es muy concentrada y oscura. El corazón comienza a latir más rápido. Ante la presencia de estos síntomas se debe consultar al SAPU más cercano, ya que puede que estar ante una deshidratación grave y hay que tratarla rápidamente.
El equipo de Geriatría HSJD recomienda:
- Consumir periódicamente agua en pequeñas cantidades, evitando el agua muy fría, no espere tener sed para ingerirla, debe tomar al menos 1 – 1,5 litros al día, a no ser que su médico le halla restringido la cantidad de agua por alguna enfermedad concomitante.
- Evite la exposición directa del sol, usando bloqueador solar factor 50 o más, use sombreros o sombrillas y anteojos, evitando actividades al aire libre en horas muy calurosas, como entre las 10:00 y las 18:00 horas.
- Utilice ropa de colores claros
- Evitar el uso de bebidas alcohólicas, aquellas especialmente dulces y las infusiones calientes.
- Evitar comidas muy abundantes; ingerir verduras y frutas.
- En la medida de lo posible, tener siempre una botellita de agua a mano.
