A inicios del año 2017, todo cambiaría para Ingrid Tapia, una mujer de 37 años, madre de dos hijos, uno de 19 y otro de 10, le comunicaron que tenía cáncer de mamas. Contrario a lo que muchos pudieran pensar, ella no decayó, siempre dijo “que se mejoría”.
Acompañada de su familia y amigos, esta paciente, que se atiende el en el poli Hemato Oncología de nuestro hospital, nos regaló la historia de su vida. Graficó en 22 piezas, en óleo, acrílico y acuarela, su relación con la enfermedad, en la exposición itinerante “El cáncer desde el cáncer”
Ingrid Tapia, quien postergó su interés por esta pasión para dedicarse a su vida familiar, retomó este arte en las salas de nuestro hospital, hacia bocetos mientras era tratada por el equipo médico. “Quiero exponer mi arte a otras mujeres que están viviendo lo que yo también pasé, ayudar implantando en ellas una semilla de esperanza, que el cáncer de mamas sí se puede superar y que es algo más que una lucha, es un encuentro con uno misma, es mirarse al espejo y amarse”.
Para la Directora del HSDJ, Midori Sawada, “el cáncer no sólo afecta a la persona que padece la enfermedad, sino también a la familia y a los amigos. Quienes forman parte de su vida pueden sentir preocupación, enojo o temor. Algunos probablemente se sientan culpables por no estar enfermos, o podrían sentirse inútiles, sin saber cómo ayudarle. Por eso para nosotros como hospital, especialmente para quienes tienen directa relación con los pacientes mientras viven este proceso, es importante tener una mirada más integral y aportar, en la medida de lo posible, a la contención de ellos y su entorno”.
La exposición recorrerá las salas de espera y algunas salas de hospitalizados de nuestro establecimiento con el objetivo de sensibilizar a los usuarios y pacientes sobre esta patología.
Ingrid, la mujer, la madre, la amiga, la esposa, la sobrina, la hija, la paciente, la artista nos dice “con el cáncer mi corazón se liberó de todo lo que estorbaba. La vida es clara, simple ahora y mi corazón sólo quiere amar y vivir”.
