“El 75% de la población chilena, -o todos de alguna forma-vamos a estar involucrados con algún familiar que tenga cáncer o vaya a tener en el futuro”, afirma la jefa de Hemato-Oncología del HSJD Dra. Sandra Aranda, quien, en el marco del Día Mundial del Cáncer, reflexiona profundamente sobre el impacto y los desafíos que presenta esta patología para quienes lo padecen, su entorno familiar y el sistema de salud.
La profesional dice que el informe publicado por INE en diciembre del 2021 arrojó por primera vez, desde que se tiene registro, que el cáncer se convirtió en la primera causa de muerte en Chile, desplazando a las enfermedades cardiovasculares. “Lo que describe son 28.492 casos al año (26%) y en el caso de las enfermedades cardiovasculares 28.079 (25,6%). Sumadas ambas patologías constituyen más del 51% de la causa de mortalidad en Chile”.
Estos antecedentes confirman que este es un problema de salud pública y que requiere ser enfrentado de manera integral. La Dra. Aranda sostiene que “tenemos un desafío no solamente como funcionarios de la salud sino a nivel central (ministerial-gubernamental). Las políticas públicas tienen que considerar su alcance, estar dentro de su agenda como un problema gravitante”.
¿Pero cuáles son las causas que han llevado al cáncer a ocupar este sitial en el escenario sanitario? Para la jefa de Hemato-Oncología este es un problema multifactorial. Asegura que “desde la temprana infancia se ha visto que el 40% de los tumores sólidos, la génesis de ellos se da por factores modificables”, como los estilos de vida saludable. A ello, se suma el aumento en la expectativa de vida, en el siglo pasado era hasta los 30 años y hoy se ha triplicado. “Si nos remontamos al siglo pasado, 1901 por ejemplo, las enfermedades infectocontagiosas eran las que lideraban la mortalidad en Chile y en el mundo, hoy en día lo que nos ataca son las enfermedades no transmisibles qué no son tan visibles”.
La Dra. Sandra Aranda, explica que otro de los factores que propician el desarrollo de la enfermedad, es el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo y el consumo de alcohol (cuyas tasas se pueden revisar en la Encuesta de Salud del 2016-2017), los que se han acentuado producto de la pandemia. “Algunos expertos de la OMS estiman, qué de los 600 millones de pacientes tabáquicos qué hay actualmente en el mundo la mitad va a fallecer entre los 39 y los 69 años, óseas muertes precoces. Absolutamente hábitos perjudiciales en los cuales uno puede intervenir y que son modificables”
la jefa de Hemato-Oncología del HSJD, dice que “esta es una problemática en la cuál todos debemos colocar de nuestra parte, trabajar desde nuestras veredas”. Uno de los más importantes es trabajar los factores modificables. “Desde la atención primaria a través de los mecanismos de promoción y prevención, pasando por el diagnóstico oportuno, del nivel secundario y terciario, y el tratamiento oportuno y de seguimiento de estos pacientes, que allí está involucrado el Hospital San Juan de Dios qué es un centro asistencial de alta complejidad para el tratamiento oncológico, un centro PANDA. Por lo tanto, esta mirada integral, siguiendo la historia natural de la enfermedad, es muy importante y que es donde está poniendo énfasis la OMS, en promover los hábitos saludables”, asegura.
Otro factor que se debe considerar, y que no se visibilizado, es la carga de enfermedad derivada del cáncer, es decir los años de vida saludable que el paciente pierde por concepto de la enfermedad. “Siento que muchas veces nos quedamos en las cifras en la incidencia, cuántos casos de muerte por millón de habitantes, pero el perder la calidad de vida, el no volver a incorporarse como el paciente era antes de la enfermedad, creo que esto es de vital importancia, incluso no solamente como impacto familiar y comunitario, sino que también en términos de lo que significa económicamente hablando para el país. Gente joven coartada su vida laboral, eso no es menor”, enfatiza la profesional.
Pero también se han realizado acciones por parte del Estado para avanzar en el enfrentamiento del cáncer. La Dra. Sandra Aranda, dice que un pilar importante ha sido que “ya se incorporó en el plan de inmunización la vacuna contra el virus papiloma, un 70% de las niñas qué egresan de octavo básico están inmunizadas con estos fines, porque sabemos que hay una gran relación entre este virus y el cáncer cérvico uterino”.
Agrega que también se ha avanzado en el etiquetado de alimentos “de rotular los productos con los sellos, o creo que eso ha sido un puntapié importante para poder avanzar en este sentido. Se ha implementado el Plan Nacional del Cáncer; la Ley del Cáncer; la Ley Ricarte Soto, las Drogas de Alto Costo (DAG ) que han venido a mejorar un poco el acceso, la oportunidad de los pacientes a una atención de calidad e integral centrada en el paciente, considerando a la familia”.
La jefa de Hemato-Oncología del HSJD, Dra. Sandra Aranda, sostiene “pero tenemos mucho que hacer. Este es un gran desafío de todas las personas, de la sociedad civil, las sociedades científicas, las fundaciones y las agrupaciones de pacientes, es un desafío de todos”.
