Según cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en Chile mueren más personas por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa, registrando un total de 30.000 anuales, que corresponden a una cuarta parte de todos los fallecimientos.
Frente a este escenario, mantener un control de nuestra salud cardiovascular se hace fundamental.
El Dr. Francisco Vera, cardiólogo del Hospital San Juan de Dios, sostiene que la consulta más frecuente que reciben en esta especialidad es el dolor de pecho. “Muchos pacientes, principalmente con factores de riesgo asociado, como tabaquismo, hipertensión, diabetes, obesidad, resistencia a la insulina, colesterol alto, edad, sexo masculino, etc., fueron en algún momento motivo de consulta por dolor torácico y, según eso, pueden tener mayor probabilidad de tener una enfermedad cardiológica”, afirma.
El especialista advierte que el dolor de pecho tiene características bastante sugerentes cuando son del corazón u orientadoras cuando son del tipo coronario u otra patología, como una costocondritis, que es una inflamación del cartílago que conecta una costilla al esternón. “Problemas musculares u osteoarticulares son muy frecuentes dependiendo la edad del paciente y los factores de riesgo, según eso se va discriminando para qué lado va la consulta”.
El médico agrega que la inspección visual, el examen físico y la historia clínica son muy importantes antes de pedir cualquier análisis para determinar un diagnóstico. “Siempre nos fijamos en la forma de caminar, si vienen con algún edema en la cara o dificultad respiratoria, a veces, cuando son muy evidentes, pueden tener distensión venosa en el cuello. También mirando si hay dificultad para caminar o la contextura, si el paciente es obeso, etc. Es una herramienta un poco rudimentaria, pero imprescindible para partir nuestra inspección cardiológica”.
El Dr. Vera añade que, luego de esta primera revisión, es necesario realizar exámenes básicos para dar un diagnóstico certero. “Nuestro caballito de batalla para todo orden de cosas es el electrocardiograma, y es lo mínimo que necesitamos para iniciar una atención cardiológica con el paciente. A partir de eso podemos ir profundizando en otros exámenes básicos como un Holter de ritmo o de presión, un test de esfuerzo, ecocardiogramas, cosas más o menos básicas, pero nos aporta la información y la certeza”.
El profesional sostiene que si bien siempre es necesaria la consulta médica, hay algunas señales a las que las personas deben poner atención. “Pueden ser palpitaciones rápidas, que el paciente sienta que el corazón se le arranca o que se le va para el cuello, o que sienta las palpitaciones muy lentas, que se asocia a sensaciones de soponcio o de lipotimia y que, en algunos casos, puede llegar a los desmayos o síncope. Otro síntoma es el cansancio fácil. Es cierto que todos nos cansamos subiendo tres o cuatro pisos en la escalera o caminando 300 metros rápido, pero muchos pacientes asumen que por la edad, la gordura o el desgaste el cansancio es algo normal. El cansancio y el dolor de pecho en reposo son síntomas para que consulten con un cardiólogo”, puntualiza.