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De un momento a otro se detiene el flujo de sangre en una parte del cerebro. Con ello aparece la asimetría facial, pérdida de fuerza en los brazos y dificultad del habla. Este evento conocido como ataque cerebral o accidente cerebro vascular (ACV) es el responsable de una muerte por cada hora que pasa y que el 2013 dejó a 9.004 fallecidos en el país, según cifras del Ministerio de Salud.

Dr. Oscar Loureiro, Neurólogo del Hospital, explicó que “es un evento donde se interrumpe el flujo sanguíneo cerebral.  Hay dos grandes causas, uno cuando se tapa los vasos sanguíneos que son los infartos cerebrales y otro cuando hay una hemorragia, lo que la gente llama derrame cerebral. Ambas interrumpe el flujo cerebral”. El especialista explicó que “para la mayoría de las personas los síntomas no son llamativos y por ello demoran en consultar, esto porque la pérdida de fuerza, del habla o de la sensibilidad no generan tanta alerta; por el contrario, cuando una persona presenta dolor o sangre la actitud es diferente y acuden a un servicio de urgencia”.

La falta de irrigación al cerebro se puede producir por la formación de un coágulo dentro de un vaso sanguíneo, llamado trombosis; por la estrechez de una arteria dentro del cerebro, llamado estenosis o el movimiento de un coágulo que proviene desde otro lugar del cuerpo, llamado embolia. Independientemente su causa, a juicio del neurólogo es fundamental conocer los síntomas y el registro de la hora en que comienzan, porque para el infarto cerebral existe una posibilidad de tratamiento llamada trombolisis, la que aminora las secuelas de esta enfermedad.

Los candidatos a recibir la trombolisis son quienes estén cursando un ACV dentro de las primeras 4 horas y media, contados desde la hora de inicio de los síntomas. “Si el paciente está en este periodo de tiempo, se llama paciente en ventana, a quien le realizarán un scanner con el fin de descartar que esté cursando un ACV hemorrágico, porque si es así, este tratamiento queda descartado para estos casos. Luego, parte del estudio lo completan exámenes de sangre”, explica el especialista.

Estudiado al paciente, se analiza los beneficios que el tratamiento podría tener. El neurólogo explica que la técnica de trombolisis es simple, “se administra un anticoagulante y es necesario monitorizar al paciente frecuentemente, controlar los signos vitales y reevaluar clínicamente por parte del médico”, afirmó Loureiro.

Finalmente, a modo de conclusión el neurólogo reflexiona y explica que “la clave está en detectar a tiempo ACV y en estudiar al paciente antes de aplicar la técnica. Es la elección del paciente lo esencial, porque técnicamente es muy fácil colocar una bomba y el tratamiento, eso no es la dificultad. Hay que saber bien si el paciente se va a beneficiar realmente de la técnica”, en este sentido el médico hizo un llamado a la población conocer los síntomas y a consultar de forma inmediata ante su presencia.

Factores de riesgo

Los pacientes más propensos a sufrir un ACV son quienes presenten problemas de hipertensión, diabetes, tabaquismo, arritmia. Los jóvenes que han presentado este evento, inciden factores como el abuso de drogas, el consumo de estimulantes y pastillas para adelgazar, además del uso de bebidas energéticas de forma abusiva.

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